Thursday, February 26, 2009

1


En un minuto, la voz se esfuma
Entre los dientes de la ranura, atravesando las olas,
hacia el fondo
Como un copo de nieve en la boca.

Y lo que queda, lo que queda es como la mirada que cruza la casa antes de sacar la última caja.

Y lo que queda,

lo que queda no se lo lleva nadie

lo que queda asusta

Tuesday, February 17, 2009

carteles II


La manada de sueños va en la parte de atrás, señalando los carteles azules
las veces que se ve el agua, ¡allá! una fábrica, ovejas, ¡allá!
un auto rojo, el cartel de desvío al país al que nadie quiere ir ¡allá!
un túnel que muele la luz y electrifica la piedra
la boca del bosque, ¡allá!

El viaje es en calma, más con la certeza de llevar, todos
los vestidos de luces y el hambre ordenado en el baúl, más
con la bolsa de nylon a mano, para juntar la basura del camino,
más, cuando atrás de las montañas esta el mar.

Mas aunque los animales sueltos en la marcha
sigan los carteles, señalen y elijan el lugar
impreso en letras negras en el mapa
los carteles siempre ofrecen otra cosa:
una ciudad, un país, el idioma del pasado

se ríe





Esta sola, se ríe, al final no
No se ríe. Bebe champagne de un vaso
Y agua, y después té, de una taza de porcelana.
Sola, está sola, y palpa su labio inferior
Sus dientes, la hora de la noche en el aliento.
Mira, lejos, y quiere reír, pero lejos, no en la mesa
No entre hombres, no entre tazas de café y cubiertos
no sobre un mantel blanco, en la silla de metal
tapizada, fría. Está sola, se ríe, al final no
se ríe, y la cara iluminada se va entre las mesas
como un barco, de noche, señalado por el faro.
sola, espera, se desliza, ríe, no, no ríe
rodeada, desnuda, escapa, se ríe
no, no se ríe, esta sola,
al final no se ríe

Monday, February 16, 2009

carteles I


Una señal contraria que no se deja ver,
la ruta al norte, al este, a otra lengua,
comenzando su camino por el boulevard,
el mismo camino por el que llevan la basura.

Acompañando los restos, haciéndose cortejo y espejo,
el auto podría cruzar la ciudad,
encontrar otro idioma y domesticar sus habitantes. O al menos su lengua.
Eso es lo mismo que hace la lluvia cuando cae varias horas en un mismo lugar, los hombres. Pero eso es lo mismo que hacen las ciudades cuando los hombres se quedan en su mismo lugar.

Para evitarlo, o adivinar el futuro, hay señales. Aunque algunas no muestren su cara, otras estén en otro idioma, y algunas nos hagan seguir el camino de la basura.

Wednesday, February 11, 2009

la basura y el fuego


Seguramente después me van a venir a buscar con la basura y el fuego
las armas de la noche, ensambladas sobre la cama desecha. El hambre de la noche
construida como una caja de madera. La sed de la noche sembrada
como un campo de girasoles. Pero voy a trabajar para que sea tarde
a amar el mapa armado con las manos, de noche, bajo la almohada
y su salida iluminada por un farol chino. O voy a estar hundido en el río
temblando con los monstruos acuáticos, nadando con los ojos abierto
arrastrado por la marea hacia el plata. Pero voy a trabajar para que sea
en un lugar conocido, con el cuarto adornado con mis palabras y flores rojas
cuando ya haya terminado el verano, con mi cuerpo dibujado
a la mañana.

Wednesday, February 04, 2009

hielo


La noche, un témpano hundiendo la cama
Con los nudillos del hielo, con el movimiento de su masa,
con la oscuridad sumergida, húmeda, liviana.
Leche, escribiste con las letras del scrabble en tu boca
Y sumaste más puntos que nunca, por esa juego de las combinaciones.
Era imposible ganar, más después, cuando con una naranja
El polvo dorado que había cambiado tres veces de casa
Y el vodka de Brasil hiciste agua. Hielo. Barro. Seda.

Después sí, la herida y el camino errante por la vereda mojada
Tres veces la cara, todo el camino la espalda,
la cama como un océano de papel maché
y los mensajes de texto guardados como las piezas de un rompecabezas.
Y sí. Son tres cuadras nada más. Tan cerca. Del otro lado de la marcha
El hielo del témpano
con las marcas del choque
se va por Paraguay dejando un charco.