
Cuando ya no hay orilla,
Y los márgenes de la mirada entran en blanco
El capitán pregunta cómo se sabe para donde ir.
El viento
La forma de la ola
La carta
Posibles respuestas de la tripulación.
Mientras tanto, el barómetro baja, el viento frío avanza y se posa sobre la mañana como un cetáceo en la orilla de arena.
la tormenta posible desnuda el barco, la navegación
nuestra fragilidad íntima.
Aunque los mensajes de texto lleguen a otro país y desde ahí los respondan en menos de diez segundos
El Pampero puede llevarse todo, y hacernos entrar en la bruma,
Dejando que los márgenes emplumados nos mastiquen en el frío.
1 comment:
Se me vienieros}n las ganas de llegar al sabado y desplegar las velas, de la imaginación y de matilde. Necesitamso un Pampero para capear un poco, para sentarse a comer un guiso bien marinero.
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