
I
“Nunca hizo tanto frío”, dice el capitán mientras quita las defensas.
El viento helado del noroeste cruza al barco apenas asoma el cuerpo al Río de la Plata.
II
La niebla emplumada desaparece camino a Uruguay,
cortada como papel picado por el frío.
En el camino encuentra y besa los monstruos metálicos que traen animales chinos congelados.
Besa también las señales del mal y el único camino posible para escapar de la ciudad por el agua.
Alguna vez hay que aprender ese camino.
III
El viento de popa lleva a Matilde en dirección al mar,
Un lugar donde hace mucho que no está.
Luis dice que con ese viento vamos a tardar tres veces más en la vuelta que en la ida.
Esa cuenta es la que va a marcar los límites de la navegación. Pero aún sabiendo el tiempo exacto que vamos a tardar en volver al puerto, no se sabe todavía nada sobre cómo va a ser el camino.
A veces se toma mucho más tiempo en el camino de regreso al lugar del que uno partió.
IV
Cuando las aguas del río bajan,
arrastran barro, mugre, plantas,
basura.
Contra todo eso va Matilde
Contra todo eso trabaja la tripulación
Contra todo eso es el camino
Contra todo eso uno aprende a navegar