Thursday, March 13, 2008

el alto

El alto nombra en el pueblo de algunos de mis parientes españoles, al altillo donde guardan los alimentos secándose o en conserva.

Ahí están, las uvas que serán pasas para la sobremesa y las campanadas del fin de año. La huerta cocinada para la vida casi eterna. El cuerpo de madera abierto como una res, ordenando el tiempo futuro, su alimento. Entre los cuartos y el techo, un ambiente sin artificios para secar, proteger, guardar. Un bunker cotidiano esperando. Ahí está la tierra, la luz, las noches. A veces uno dice uno, para no decir yo. A veces uno guarda. Se guarda.

Si uno conserva habrá alimento en el futuro. Pero si uno quiere hacer la cosecha toda conserva, ordenar por tamaños el trabajo o los animales salvajes conquistados, dar un cuerpo blanco a lo que se va a comer y orientar el hambre a una conquista del futuro, el hambre será otra cosa. A veces uno dice uno y quiere decir yo. A veces uno guarda el futuro en el altillo, cierra cocinando al vacío lo que hará abrir el hambre, y cree que se puede dar un orden a todo eso.

A veces uno dice uno, y no es uno.

3 comments:

Javier Delfino (javoc) said...

Primo hay veces en que uno dice me vuela la cabeza como escribís ciertas cosas. Cosas ciertas. Nos vemos. Abrazo.

Javier Delfino (javoc) said...
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Shalena Mitcher said...

Ja. Es que ¡cómo cuesta hablar en primera persona! Por eso será que nos ahorramos todo... ?