Dice la mujer que corta las tortas que la princesa era deliciosa
dice que durmió sin trabar la puerta y que reía de noche
dice que en los restos de su té se adivinaba un futuro luminoso
dice que ella se lo dijo
dice que la que más le gustó fue la de frutillas
dice que llevaba una corona brillante como la plata que sacan de los cerros
dice que sólo se la sacaba a la noche
dice que parecía caminar sobre el agua
cuando andaba por las calles de tierra del pueblo.
2 comments:
La dama que es dueña de mi corazón paso a tomar el té por ese mismo pueblo un par de veces.
Y esas cubreteteras de crochet.
Le recordaban a su abuela materna una señora muy inglesa tomando te mientras jugaba al bridge.
Tu blog va en alza desde que sos embajador intinerante....
Yo estuve en Gaiman, y los escones me sonaron secos (ponganle un poco de grasa que no tiene gusto a nada) pero si se olía el sabor de colonias lejanas en cada oleada de té. Es que era chico y yo quería un chocolate, un brownie, un serenito. No queria que una abuela goye nos bañara con escones y nos contara de la lady! peor bueno ahí está Gaiman con su chinche de realeza clavada en el mapa de la estepa. savías palabras.
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