Friday, June 02, 2006

Imperios urbanos

Imperios Urbanos

Ciudad austral y plebeya, Buenos Aires nace rompiendo lazos con algún reino de la época y luchando cuerpo a cuerpo contra el imperio británico. Con el tiempo, La Reina del Plata va encontrando sus reyes, abriendo palacios, aunque la nobleza, se ponga en juego, en la calidad de la muzzarela de la pizza o el punto exacto de la papa frita.

Un cuento Real
En un cuento la historia sería así: Buenos Aires nace a la vera de un río, plebeya de intereses imperiales y coloniales, puerta y puerto de un país en ciernes, va creciendo hasta llegar a ser nombrada como la Reina del Plata. Pasan los años y comienzan a llegar los hijos de los viejos reinos europeos, trayendo su cultura y sembrando en esta tierra sus sueños. En un país en crecimiento, el horizonte se abre fertil, y comienzan a fundarse las casas reales, entre ínfulas y deseos de grandeza. Nace en esos días la primera generación Real.

Las moradas reales
En 1947 unificando distintos reinos y tradiciones, nace el Imperio de la Pizza (Federico Lacroze y Av. Corrientes). Entre sus paredes viven, cocinados al molde, los espíritus Bretones (Roquefort y cebolla), Siciliano (queso, roquefort y tomate) y Francés (Parisien: Muzza, jamón, arvejas y huevo). Fundada por el Sr. Escaramé, hoy con su escudo algo despintado en sus vidrios, pero su alma erguida, uno puede ir a sentarse en la mesa y ser atendido por mozos de saco y moño o quedarse parado en el mostrador comiendo una porción de pizza Imperio (Muzza, Jamón, Morrones, anchoas, tomate y huevo) frente a algún partido de futbol, tanto Tristán Suarez vs. Flandria, como la Real Sociedad contra el Real Madrid. Asomado a la danza de los cocineros que foguoneaban el horno pizzero, recordé los barcos a vapor, repletos de inmigrantes, desembarcando sueños en el puerto de Buenos Aires. En la Avenida Corrientes al 1600, Roberto Reyes, maitre, abre las puertas de su morada desde hace más de 40 años: el Palacio de la Papa Frita. La papa soufflé, reina entre carnes y pastas caseras, desde el año 1951, cuando el Sr. Ramos funda el primer palacio en la calle Lavalle al 700. Roberto permitió que ingrese a la cocina, mostrando el arte secreto de la elaboración de esta papa que atrae a gente de parajes tan lejanos como recónditos. Y prometí no contar el conjuro que encierran. Atravesando la furia de la Avenida 9 de Julio, sus luces incandecentes, su aire enrevesado, y bajando por Corrientes, llegamos a nuestro último palacio, el de la Pizza (Av. Corrientes 751). Su nacimiento ha sido fechado legalmente, y como documento vale el ticket de caja, en el lejano mes de Julio de 1956. Ese día, en el mismo lugar, ´El palacio de la pizza´ se impone sobre ´El café dos palacios´ de origen brasilero, y no ha cesado su dominio sobre esas tierras hasta nuetros días. Ante mi pregunta, no quisieron hablar de la Pizza del Imperio, ni reconocieron relación entre los territorios. Quizás una guerra secreta este siendo silenciada desde hace años.

Reyes y reinos del nuevo mundo
Los grandes palacios, munidos de las armas, herramientas e ingredientes para acoger en su seno a masas nacionales y populares, van flotando en la deriva histórica de un país en vaivén constante. A su vera, nacen reinos, y reyes y reinas se autoproclaman en cada rincón de la ciudad: aparece entonces la segunda generación. Desde Villa Gesell llega en el año 1995 Carlitos (nombrado al nacer, Carlos Ciuffardi), a quien una disputa familiar logra arrancarle legalmente su título de Rey de la hamburguesa y el panqueque, pero no su talento creador indestructible. Más de 300 distintos panqueques han surgido de su imaginación, desde que se acercó a los fuegos de su plancha, en las doradas tierras de médanos y abetos. En 1990 crea la hamburguesa Número 8 (Completa con huevo, panceta y jamón), causando una revolución, y su fama se expande rompiendo fronteras. Hoy, en el mismo lugar donde vive (Av. Libertador 156, Vicente Lopez), atiende en persona, controlando cada detalle del orden de su reinado. El mismo dice que no le gustan quienes se nombran reyes, para probarlo, basta ver su foto pegada, como si acompañara en una marcha al Che y a Fidel Castro, para adivinar su lucha proletaria, por sobre cualquier deseo de nobleza. En la galería Larreta, en el local donde existió El Monarca, hoy rige ´El Emperador´ (Florida 971, San Martín 954, local 29). Autodenominado antojadísamente ´el creador del sandwich de ciabatta´, ofrece una lista interminable de sandwiches, ensaladas, y demás vituallas, para la guerra diaria de las tierras áridas del microcentro. Algunos de los nombres reflejan su tejido noble: Chiavarinas clásicas tales cómo la Toledo, la Burdeos o la Versalles, y algunas colonias: el Negroni Kingston o la tarta La Habana. En la zona de Abasto (Aguero 457) el Rey es peruano, y quien porta el cetro se llama Jorge Chavez Deobregón. Desde hace cinco años, rige sobre la zona ofreciendo un ceviche picante genial, pollo a la brasa, y un menú variado todos los días. Los viernes, sábados y domingos abre las fronteras de su reino, las 24 horas, recibiendo los soldados cansados de mil batallas, y los enamorados que libran sus primeros combates. Ante la caída del sol, el albor estival, y el retoso del trabajo diario uno puede llegar hasta la costanera sur. Antiguo balneario de una ciudad que da sus espaldas al río, los fuegos de los carritos de sandwiches, marcan la frontera con el río y la reserva ecológica, cómo los romanos iluminaban los campos de batalla en las fronteras de su imperio. Entre todos, sobresale ´El Rey´ (Av. De los Italianos frente a la sede de la Comisión de museos de la ciudad), especialista en la Bondiola al limón. Tres parrilleros batallan con el humo, el hambre de la gente, y la conservación del reinado frente a una competencia feroz. Más cómo gladiadores, que cómo soldados modernos, yerguen sus cuchillas, trozando enormes bolas de bondiola de cerdo, calentando el pan, y ofreciendo chimichurris diversos, para que la bomba quede armada, completa, silenciosa y feroz.

Lo Real
Al entrar y al salir de cada reino, me surge una pregunta: ¿Qué diferencias hay entre lo real y lo Real? ¿Qué transforma a una pizzeria en un palacio para la pizza?, Mi respuesta es una, el deseo del hombre. Alguien me dijo que entre el grotesco y lo sublime, lo que hay en común es el exceso. ¿Es un exceso nombrarse rey? O acaso, ¿No hemos soñado alguna vez con ponernos una corona, sentar nuestros cuerpos en el trono, y tomar un cetro contemplando el horizonte de un reino propio?

Otros Reinos
El rey del Cepillo. La Pampa 2518, Tel: 4785-9791
La reina de las empanadas. La Americana, Av. Callao al 50
El rey del Paty. Pasaje bajo la 9 de Julio
Elrey del Vino. Juan B. Justo 887, Tel: 4771-3292
El palacio del grabador. Tucumán 1520, Tel: 4374-6773
El imperio gastronómico. Av. Gral. Paz 7105, Tel: 4712-1555
El palacio de la bicicleta. Ecuador 1203, Tel: 4964-0632
El rey de los botones. Av. Rivadavia 6283, Tel: 4631-5590
El rey del espacio (cajas de seguridad). B. Mitre 2460, Tel: 4953-2991
El rey de las velas. Pasteur 434, Tel: 4952-7503
El rey del cartucho. Tel: 4328-4289
El rey del bordado. Larrea 228, Tel: 4953-7086
Paulino, El rey del balero. Gral. Deheza 432, Wilde, Tel: 4207-3807
Restaurant Palacio Español. B. de Irigoyen 180, Tel: 4334-4876
El rey del matambre. Ruta de la tradición 1016, Luis Guillón, Tel: 4272-8722
El rey del queso. Riobamba 218, Tel: 4953-0984
El rey del sahumerio. Sarmiento 2201, Tel: 4951-4549
El rey de la yerba mate. Pte. Sarmiento 1560, Gerli, Tel: 4204-7093

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