
No quise
Estropear el vestido blanco en el piso
Al pisarlo sin querer, camino al baño.
Pero no solo eso estaba tirado.
Era difícil no caminar sobre los restos
y aunque algo aún sirviera, todo estaba tirado:
el libro de Vian
la espuma del champán y los dados
la servilleta del hotel, con un número anotado
la guía T, en la página dieciséis
la memoria de la forma de comer
y no comer, las fogatas, las cenizas
el olor que resta, de un lugar revisitado.
1 comment:
muy bueno Martu.
Te agregue en mi blog!
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